Yo voy a hablar de mi yaya Angelita, que es la única yaya que me queda y le quiero mucho.
Mi yaya nació el 18 de septiembre del año 1939 en Sevilla. El lugar fue porque su padre estaba trabajando allí, pero sus padres eran valencianos.
Y a los dos años volvieron a Sagunto. Allí estudió hasta los trece años como era la costumbre en esa época. A las mujeres les enseñaban a coser y las preparaban para ser amas de casa.
Se casó con veinte años y a los treinta ya tenía sus cuatro hijos. Se ha dedicado a cuidar de su familia y en sus ratos libres iba a natación, a cantar a un coro y a salir con sus amigas.
Hoy en día vive sola en Sagunto y continúa haciendo actividades como Taichi y viaja bastante aunque tiene mal las rodillas y le duelen.Y lo que más le gusta es escuchar y ver ópera.
Para mi, mi yaya es muy importante porque se preocupa mucho de mí, se interesa por lo que hago, hablamos sobre lo que nos gusta, qué hacemos. Además es muy cariñosa, amable y buena con nosotros.También tiene muchísima paciencia, nos compra lo que más nos gusta, chuches, fuet, papas y cuando vamos a su casa a comer normalmente comemos arroz con huevo y tomate, que nos lo cocina con todo el amor de mundo.
Mi yaya Angelita es la única yaya que tengo y por eso tengo que cuidarla.
Y a los dos años volvieron a Sagunto. Allí estudió hasta los trece años como era la costumbre en esa época. A las mujeres les enseñaban a coser y las preparaban para ser amas de casa.
Se casó con veinte años y a los treinta ya tenía sus cuatro hijos. Se ha dedicado a cuidar de su familia y en sus ratos libres iba a natación, a cantar a un coro y a salir con sus amigas.
Hoy en día vive sola en Sagunto y continúa haciendo actividades como Taichi y viaja bastante aunque tiene mal las rodillas y le duelen.Y lo que más le gusta es escuchar y ver ópera.
Para mi, mi yaya es muy importante porque se preocupa mucho de mí, se interesa por lo que hago, hablamos sobre lo que nos gusta, qué hacemos. Además es muy cariñosa, amable y buena con nosotros.También tiene muchísima paciencia, nos compra lo que más nos gusta, chuches, fuet, papas y cuando vamos a su casa a comer normalmente comemos arroz con huevo y tomate, que nos lo cocina con todo el amor de mundo.
Mi yaya Angelita es la única yaya que tengo y por eso tengo que cuidarla.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Gràcies per deixar el teu comentari !